viernes, 7 de octubre de 2011

La interculturalidad y la cultura de la paz,


Conferencia:
La interculturalidad y la cultura de la paz,
el caso de las Redes Sociales.

Impartida por los profesores: Ana M. Ollé y Roque Santos de la PUCMM (Departamento de Teología y Humanidades)

5 octubre, 2011, 5 pm.
Salón de actos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Campus Santo Domingo.
Dirigida a estudiantes de diversas carreras.


Resumen:

Se abordó qué es la falsa paz que vive nuestro mundo, también el tema de la interculturalidad y la cultura de paz.

Hoy en día las diferentes sociedades alrededor del mundo se ven afectadas por muchas situaciones de conflictos. Es fundamental ser conscientes en el qué y cómo educarnos.

La cultura de paz requiere de una paz interna-personal y una paz social, ambas están muy relacionadas. Así mismo tiene una dimensión medio-ambiental. Nuestra sociedad requiere de nuevas dinámicas para colaborar en la construcción de la paz,  es un trabajo difícil pero no imposible. La paz es un gran valor y deberíamos enmarcarlo en el querer trabajarla pero para ello nos hace falta un aprendizaje, una educación en Derechos, valores, respeto, dignidad, cooperación, articulación, interculturalidad, diversidad y apertura, identidades no exclusivas.

Se definió la interculturalidad como una interacción entre culturas de una forma respetuosa, y en donde ningún grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y la convivencia entre ellos.

En las relaciones interculturales debe establecerse una relación basada en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo. Sin embargo, no es un proceso exento de conflictos, pero pueden superarse a partir del respeto y la aceptación del otro, del diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia. La interculturalidad está sujeta a variables como: identidad, concepto de cultura, valores como lengua, religión, convicciones e ideas, jerarquías sociales y familiares, los sistemas económicos imperantes,  entre otros.

En la charla se habló de la conservación de la paz que sería algo estático, mantener lo que hay sin ninguna modificación o alteración, y de la construcción de la misma que conlleva  transformar, crear, cuidar, organizar, trabajar, resolver… La construcción está envuelta de iniciativas, tiene como objetivo resolver conflictos, obtener nuevos aprendizajes, pensar, analizar y conocer cómo elevar el nivel de justicia, legalidad y disminuir la marginación.

A veces, decimos que estamos dispuestos a colaborar con el desarrollo de una cultura de paz, pero no estamos tan dispuestos a sacrificar lo que tenemos, ni cambiar nuestro estilo de vida. Es interesante, a manera de auto reflexión, preguntarse: ¿Hasta donde yo estoy  dispuesto a dar, trabajar para aportar mayores cuotas de paz a mí alrededor?

La personalidad empieza desde que somos dependientes de quien nos cuida, y se va desarrollando en el medio en el que vamos creciendo. Nuestra identidad, es la fuente de sentido y de experiencia. La identidad personal se va construyendo en el marco comunitario, mientras que la identidad colectiva es peligrosa porque puede ser excluyente. La identidad exige respuesta a las preguntas quién soy, qué soy, de dónde vengo, hacia dónde voy; pero el  concepto de identidad apunta también  a qué quiero ser y a mis metas personales. 

La diversidad de las culturas nos enriquece, no hay diferencias en lo profundo, sólo en lo externo. Se expuso la evidencia de que todos los seres humanos somos hermanos por el hecho de existir en el mundo. Somos contemporáneos porque somos, existimos pudiendo no haber existido. A partir de este fundamento es que podemos reconocer con más facilidad la igualdad, la dignidad y derechos de todos, por el mero hecho de existir. Todos crecemos, comemos, nos gustan las caricias, gozar...; nos morimos. Todos tenemos unas mismas metas -diríamos que común-: el deseo de la felicidad, de amar, vivir en  plenitud. Todo ello nos anima a valorar la existencia, la nuestra y la de los demás; a entender otras formas de ver y apreciar el mundo.

Para ser parte de lo que es la construcción de la paz debemos estar conscientes que es un trabajo de toma conciencia y desaprender, es decir, dejar a un lado las enseñanzas que aprendimos de pequeños, olvidarnos de lo que se nos dijo sobre cómo deben ser las cosas, y tratar de aprender nueva manera de ver el mundo, las personas beneficiando el desarrollo, la convivencia cordial y el derecho a vivir en paz.

Para poder tener buenas relaciones entre personas de diversas culturas  hay que aprender a convivir y tener una conflictividad. Podríamos plantearnos: ¿más allá de las diferencias, que tenemos en común? La pluralidad es un hecho, convivir en paz es un deber. Debemos ser personas que entre los valores cultivemos la tolerancia, la buena comunicación, la comprensión y la cooperación.

Las redes sociales fue el otro tema de la charla. Ellas favorecen vínculos entre las personas. Las relaciones son más importantes que las características de estas redes. Las redes sociales tienen como objetivo principal el entretenimiento, el estar “conectados”, pero a la vez nos ayudan  a la expansión, a la comunicación, a una relación fluida, al acercamiento a otras culturas, a mantenernos al tanto de lo que pasa en el mundo, a sentirnos todos más ‘conexos’, más hermanos por el hecho de compartir el mundo y la existencia.



 Los profesores Roque Santos y  Ana M. Ollé durante la conferencia.

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